ACUA Y CHIYANGUA: UN PROCESO DE HERMANDAD.
Entre azoteas, mujeres, aromas, y sabores se construye una historia de hermandad. Esta travesía data del año 2005 e inicia cuando la Fundación ACUA, cuyo objetivo principal es promover el desarrollo de las comunidades rurales y urbanas, inicia su coqueteo hacia la Fundación Chiyangua, una organización que trabaja principalmente con grupos de mujeres rurales. Fue un amor a primera vista; desde que se vieron en el colegio Normal Superior de Guapi, nació la chispa que las uniría para largo rato.
ACUA ya había escuchado hablar de Chiyangua, en la ciudad de Bogotá, pero ese encuentro dio las bases para su inmediata relación. Su primer compromiso se dio con la idea de favorecer inicialmente a 75 familias de mujeres rurales asociadas a Chiyangua; esta iniciativa buscaba como primer objetivo fortalecer el trabajo comunitario y el fortalecimiento empresarial, a través del cultivo, transformación y comercialización de plantas alimenticias, aromáticas y de condimento en el Municipio de Guapi; se
vinculan comunidades como Codicia, el Partidero, Juanico, las Parcelas, Temuey, la Sabana, entre otras. De igual manera se vincularon mujeres urbanas que establecieron sus cultivos en el barrio Zarabanda y Olímpico. La siembra de las plantas se dio en azoteas y se innovo con la siembra directa en suelo; para este primer compromiso se contó con dos padrinos que aportaron sus conocimientos
tradicionales, Wilmer Ocoró Solís y Martín Enrique Orejuela. Este primer compromiso dio como resultado el aumento de producción y la recuperación de semillas nativas, en algunas comunidades, puesto que las mismas mujeres eran los proveedores de los insumos para el establecimiento de los cultivos.
Para cerrar este primer compromiso con broche de oro y poder armar el jolgorio, se gestionan cursos para la transformación de estas plantas, con el SENA de Guapi en cabeza del señor Silvio Bazán, con el fin de generar mayor valor agregado a su comercialización. Este fue otro gran logro del primer compromiso
y cerro con la estandarización de una receta que ponía en el mercado el bebedizo tradicional, con algunos cambios, y es entonces que nace la tomaseca de la Fundación Chiyangua.El pacto se selló e inicia la verdadera travesía; esta relación no solo se quedó en lo local, ACUA inició un proceso de posicionamiento y visibilización a nivel Nacional e Internacional de la Fundación Chiyangua; la llevó a Petronio con su rico sazón, con su mágica bebida; la llevo a diferentes espacios
para mostrar su trabajo en la Universidad del Rosario, viajes a Italia a la Universidad de Nápoles con ponencias cuyo tema central es Mujer y Territorio, visitaron Marrueco en África para mostrar sus productos de raíces ancestrales; se afianzan relacionamientos con FIDA y con el Ministerio de Cultura para
Fortalecer la cocina tradicional, recuperando más de 150 recetas
tradicionales, de las de las cuales se destaca el aborrajo de Maíz, el
cual obtiene el galardón como el mejor de toda Colombia.
El relacionamiento no solo se basa en la parte productiva, sino que
también se hacen gestiones para fortalecer la identidad de género y
se llega a un convenio con la organización Internacional CUSO,
para tener mujeres profesionales en este tema, que brindan su
apoyo en todo el contexto de participación y género, derechos
humanos y violencia contra las mujeres. Fundación Chiyangua se
vuelve socio de ACUA, haciendo parte de su junta directiva, y este
pacto trasciende más allá de la amistad. Se vuelven hermanas, se
unen en un solo objetivo que aporte al desarrollo étnico de las
comunidades Afro e Indígenas de la Costa Pacífica. Chiyangua se
vuelve ejemplo de otras organizaciones a través de intercambios
de experiencias con mujeres de los Consejos Comunitarios de
Buenaventura, el departamento de Nariño y Cauca. Lo mágico del entorno se volcó a su favor y este pacto de hermanos se sella bajo la promesa de apoyarse mutuamente para alcanzar su objetivo común, visibilizar y empoderar a la mujer
negra, teniendo como herramienta su cultura. ACUA, llegó y se
quedó enamorado del proceso de la Fundación Chiyangua, pero
con grandes aportes para su crecimiento; gracias a este pacto el
trabajo de Chiyangua trascendió fronteras, se vive a nivel Regional, Nacional e Internacional. Aquí inicia una historia para la que no se vislumbra un fin; una historia de puntos seguidos, que une lazos más fuertes que la distancia geográfica y los une en una sola voz; un proceso de hermanos, que nació para quedarse UN PACTO DEHERMANDAD.